las Café Racer no eran más que motos normales que los propietarios transformaban para mejorar sus prestaciones y su manejo. Transformaciones que se centraban en estas mejoras pero que solían olvidar aspectos como la comodidad. De esta manera se instalaban manillares deportivos (estrechos y planos o incluso semi-manillares más deportivos) depósitos de mayor capacidad, asientos individuales y estriberas retrasadas para adaptar la posición del piloto y hacerla lo más aerodinámica posible. Todo lo demás se consideraba superfluo y por tanto se eliminaba de la moto sin contemplaciones.
Para mi Café Racer es la mezcla entre el purismo motociclista y la nostalgia por las maquinas del pasado.
La música de los 60 y 70, los baretos de carretera, las motos con sabor a moto, un motor, dos ruedas y el viento en la cara, todo esto unido es para mi el estilo café racer.
No sirve de nada comprar una naked o una inglesa al estilo retro, no es conveniente transformar una cuatro cilindros japonesa y desnudarla para hacer una cafe racer cuando en realidad hemos construido una street figter.
Una máquina "cafe racer", en mi opinión, debe de construirla uno mismo, cada uno de nosotros siente la moto a su manera y ese sentir debe transmitirse en nuestra motocicleta. Mi cafe racer ideal será una bicilíndrica italiana, siempre que sea posible será guzzi o morini de los 70 o principios de los 80, y a esta le quito todo lo que no sea necesario y con unos estribos retrasados, dos semimanillares, escapes tipo megáfono y un deposito de más capacidad junto con un asiento monoplaza, empezara a parecerse a la idea del cafe racer, si además le aumentamos las prestaciones ya tendremos cafeína mecánica para disfrutar del verdadero sabor de una motocicleta.
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